La capacidad de la mujer para decidir si quiere
embarazarse y en qué momento tiene una repercusión directa en su salud y
bienestar. La
planificación familiar permite espaciar los
embarazos
y puede posponerlos en las jóvenes que tienen mayor riesgo de morir por causa
de la
procreación prematura, lo cual disminuye la
mortalidad
materna.
Evita los embarazos no deseados,
incluidos los de mujeres de más edad, para quienes los riesgos ligados al
embarazo son mayores. Permite además que decidan el número de hijos que desean
tener. Se ha comprobado que las mujeres que tienen más de cuatro hijos se
enfrentan con un riesgo mayor de muerte materna.
Al reducir la tasa de embarazos no deseados, la
planificación familiar también disminuye la necesidad de efectuar abortos
peligrosos.